En una reciente convocatoria del Ministerio de Defensa, se ofrecieron 64 plazas de ingreso en la Escala de Oficiales, pero solo se lograron cubrir 34, según un informe de El Confidencial Digital. De las plazas cubiertas, una treintena correspondía a una especialidad determinada, mientras que para las restantes no era necesario poseer una titulación de médico especialista. Esto deja un preocupante 47% de vacantes sin cubrir, una cifra que podría aumentar si algunos de los candidatos no superan las pruebas físicas.

La convocatoria especificaba que los aspirantes debían acreditar el título de médico y, en su caso, el de especialista o un comprobante de haber iniciado los trámites para la concesión del título hasta el 8 de julio. Sin embargo, un aspirante fue excluido por un conflicto con la documentación, al no poder acreditar los estudios exigidos.

La falta de médicos en la sanidad militar refleja un problema más amplio de carencia de profesionales en el sector sanitario. Las razones detrás de esta escasez incluyen condiciones laborales menos atractivas en comparación con el sector civil y las exigencias adicionales que implica el servicio militar.

El Ministerio de Defensa enfrenta un desafío urgente para atraer y retener a profesionales sanitarios, cruciales para garantizar la salud y el bienestar de los miembros del Ejército. La situación exige una reflexión y medidas concretas para hacer más atractiva la carrera en la sanidad militar, como mejoras en las condiciones laborales y mayores incentivos para los profesionales de la salud.